Australia: Vine de vacaciones y ahora es mi segunda casa

Cuando me hablaban de Australia, las primeras imágenes que se me venían a la cabeza eran de surfistas, playas y una vida bien relajada. A pesar de eso, no me interesaba conocer un país (en mi imaginario), con un clima similar a las tierras caribeñas y geográficamente muy lejos de todo. Evidentemente, no sabía nada sobre su cultura, su gente, el clima... nada!

Mi corazón estaba en ese momento en Irlanda, un país donde ya había vivido durante dos años, al principio con la Work and Holiday Visa y después como estudiante de inglés. Europa era mi segundo hogar.

Durante mi experiencia en Irlanda, empecé a extrañar mucho a mi familia, así que decidí viajar a Chile para darme un pequeño break antes de volver a estudiar. Pero antes de mi regreso a casa, decidí visitar a mi hermana, quien en ese momento estaba en Australia con la Work and Holiday visa. La pequeña visita, resultó en tres meses de estadía.

Inicie mi viaje en Sidney, para luego encontrarme con Camila (mi hermana), quien estaba viviendo en Melbourne. Quedé impresionada!. No podía creer lo cómoda que me sentía en Australia desde el primer momento que pisé el aeropuerto. El clima era exquisito, los parques de la ciudad me parecían gigantes, fui a varios museos, galerías de arte y había mucha vida en el exterior.

Pero la sorpresa fue aún más grande cuando llegué a Melbourne; decidí inmediatamente que podía despedir mi sueño Europeo y estudiar un diploma en Marketing Digital en esta ciudad.



Regresé a Chile a pasar tiempo de calidad con mi familia y amigos, y allí decidí aplicar a una Work and Holiday en Australia la cual me ayudaría a juntar el dinero para estudiar mi diplomado.

Cuando se me venció esa primera visa, aplique al curso que tanto había anhelado en Melbourne. Me emocionaba la idea de volver a abrir cuadernos, a estudiar en otro idioma y a tener compañeros de todas las nacionalidades.

Los primeros 2 meses, tomé las clases online (a causa del Covid-19) pero eso no me quitó el entusiasmo de seguir aprendiendo cosas nuevas día a día. La vida entre el trabajo y la escuela, fue bastante cómoda para mi, ya que sólo tenía clases dos veces a la semana y había encontrado un trabajo en marketing digital, el cual me permitía equilibrar mis horas de trabajo con la escuela.

Después de unas semanas de descanso que nos dió la escuela, finalmente pude conocer personalmente a mis compañeros de clase y disfrutar de la experiencia completa. Melbourne fue el mejor destino que pude elegir para estudiar, ya que hay mucho trabajo, eventos gratuitos todas las semanas; y el clima, aunque muchos se quejan, es genial, es cómo vivir en una primavera eterna.

Cuando me preguntan si me quiero quedar a vivir en Melbourne, la respuesta es sí, es mi segunda casa ahora. Australia cambió mi perspectiva de vida, hay muchas oportunidades para diferentes profesiones para todos los gustos. ¡No dudaría en absoluto en invitarte a vivir esta experiencia!

Por: Pamela Mardones